domingo, 11 de noviembre de 2018

AMORIENTACIÓN (2)

Hace unas semanas me hicieron un regalo espectacular. Lo primero a señalar es que el obsequio, y principalmente el simbolismo, consiguieron sorprenderme. Se trataba de un mapa, en el que, a modo del “rasca y gana” de toda la vida, puedes ir descubriendo o destapando aquellos lugares por los que pasas. Pero el regalo real fue la frase que lo acompañaba: “este mapa es para que vayas señalando todos los lugares a los que estás llevando tu bien”. Soy de reacciones en diferido, así que esa emoción que se puede intuir que me invadió al escuchar algo así, rodó mejilla abajo bastante más tarde.



Primero, alguien cree que lo que haces mola, y que cómo lo haces, mola también, y cuenta contigo para compartirlo con los demás. Con muchos demás. Es espectacular ya solo el planteamiento. Pero en la inercia trepidante de la labor diaria, todo eso se torna en tu cotidianidad. Y un día, alguien que tiene la ventaja observante del ver desde fuera, te regala ese mapa y esas palabras. Y es un punto de inflexión que te brinda perspectiva. Es como parar un instante, elevarte y ver desde arriba todo lo que está pasando. Y el impacto es brutal. Y vuelve el vertigazo. Y da gustirrinín. Y vertigazo. Alguien cree que eso a lo que te dedicas “es llevar bien” a otros lugares, a otros equipos, a otras personas... Aunque fuera un solo “alguien” sobre la faz de la tierra, la emoción de ese momento, hace que todo haya merecido la pena.

Pero la vida es generosa, y cuando echas el alma en la tarea, resulta que te revierte. Y toda esa movida de “el que enseña es el que más aprende”, “el altruismo en realidad es egoísta y autocomplaciente”, “sal o amplia tu fu***** zona de confort” y otras tantas frases para tazas, eran jodidamente ciertas, por manidas que resulten. Y cansinas. Al final, algunas tazas tienen razón. Otras, parfavar, que se caigan en un descuido... (si quieres puedes y blablablá).

Eso sí, has de echar el alma de verdad. No posar que te mola el rollo, no posturear que te llena tu proyecto, no impostar una felicidad laboral perenne, continua e insostenible. Es al revés: hacer de aquello que te apasiona tu cometido. Y así los trasnoches saben a logro, los días malos se normalizan, los cafés improvisados son germen de milagros, y curras en un rato libre porque te viene la idea y has de transformarla en tangible, como si cerebro y corazón conformaran una impresora 3D que da forma a los preceptos de tu alma profesional.

Y cuando creías que no te volverías a enamorar, porque después de la intervención directa, nada conquistaría tu corazoncito orientador, de pronto un día te sorprendes flirteando con su hermano mayor... Y lo piensas, y repiensas, y recuerdas haber leído sobre ello en no pocas ocasiones... “¿quién orienta al orientador?” “¿en casa del herrero, cuchillo desorientado?”... y te das cuenta de que te estás convirtiendo en un ser casi mitológico: orientadora de orientadoræs. Y vuelven las mariposas al estómago y las fantasías de idilio al horizonte. Y sí, cuando menos te lo esperas, sientes de nuevo Amorientación. Y lo más importante, agradecimiento inmenso.

Agradecimiento, porque a veces esa labor se parece a llevar comida a quien tiene sed, pero a través de la apertura y la generosidad con quien llega, consigue ver que ciertos alimentos, aportan agua también.

Y me estoy encontrando principalmente dos cosas maravillosas:

Una, que hay un gran jardín mágico lleno de seres prodigiosos, que me han hecho ver que esta no era una especie tan mitológica, que hay muchas almas especiales que acompañan hace tiempo en estos menesteres y de las que aprendo cada día que este camino es precioso, y exigente, y colorido, y truculento, y laaargo... así mejor en buena compañía. Gracias maestros y maestras del tangible y del virtual, me hacéis querer ser un poquito mejor cada día, en cada paso.

Y dos, que hasta las personas en las situaciones más extremas de exigencia y rendimiento, pueden ser generosas, acogedoras, cálidas, agradecidas. Y he comprobado que las cualidades que hacen eso posible, y que tengo en común con ellas y por eso creo que se da tan linda conexión, es la curiosidad y la inquietud por seguir creciendo y la vocación de servicio que nos impulsa a querer ofrecer lo mejor a las personas que acompañamos. Y como siempre digo, ser la mejor versión de nosotras mismas por y para ellos y ellas. Y como también siempre digo, yo trabajo desde el Amor y desde el Humor, y no siempre es fácil estar abierto como escuchante a ciertos mensajes shock o ideas desmanteladoras de chiringuitos asentados, y aun así, solo he encontrado más Amor y Humor de vuelta en cada sesión realizada en esta nueva etapa-periplo en mi último año profesional. ¿Sois muy grandes o no? Vuestras sonrisas reflexivas me dan to’ la vidilla. A quien me guiñe un ojo, le invito a reír profesionalmente conmigo.

Unas y otros habéis traído de vuelta Amor(ientación) a mi vida. En deuda eterna queda esta alma vieja de apariencia jovial y descarado atrevimiento. Zenkiu, zenku, zenkiu.



2 comentarios:

  1. Tienes tantos sitios queque señalar donde has traído "tu bien", que al final te va a hacer falta otro mapa :)

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  2. Otro mapa voy a necesitar para señalar de todos los sitios de donde me traigo cosas maravillosas... y lo sabes!!

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