sábado, 28 de octubre de 2017

AMORIENTACIÓN

Me enamoré de ti. De vuestros ojos perdidos ansiando respuestas, que en realidad lleváis dentro. De las miradas gratas, después. Del acompañamiento incondicional, como prometía. Me enamoré del compartir las alegrías, el crecimiento, el camino, del intercambiar confidencias que traspasan barreras y funciones. Me enamoré de llorar a veces de rabia y sacar de ahí la fuerza para el último empujón hasta tu éxito; me desgarré de amor el día que empezabas por fin a quererte, a mirarte, a creer, a luchar.

Profundamente enamorada, sin otra opción que quererte, y querer saber fuera de horas cómo salió nuestro plan, y si conseguimos un guiño cómplice de la vida al fin. Enamorada del brillo en los ojos de la persona que te conoció, y me dijo que le encantas y quiere contar contigo. Me enamoré de inventar ideas para que te apeteciera seguir viniendo, y que a la vez generasen mariposas de cambio útil en tu tripa y en tu alma.

Me enamoré de estar enamorada, de sentir pasión y transmitirla, del descoloque de contar que amas infinitamente lo que haces, y te miren raro, a la vez que anhelante.


Y como amor atípico, perseguido ha de ser, y burlado, y penado, y cuantificado.

Me pidieron que contase cada gesto, cada paso, cada hora contigo. Desmenuzando el amor. Que analice cada minuto en términos productivos, si queremos seguir con la historia de amor. ¿Que analice? Yo hablaba de amor, tú preguntaste los costes indirectos. Mátame camión.

Después de una jornada de amorientación, escribí con ternura unas letras en las que quise contarte todo lo bueno que yo había visto en ti, todas esas virtudes que me llegaron en nuestros días juntos... ¡y yo qué sé si estaban en el listado de las mensurables! ¡Estaban en ti! Y me enamoraron.

Si yo lo quiero es que brilles, enfocar hacia ti todas las miradas, la luz, ver y hacer ver la magia que ya está emanando de tu ser creciente. ¿Cómo se cuenta eso en un Excel? Este amor es mucho más que combinar celdas.

No me dan tiempo a quererte, para que tenga tiempo de contar nuestro amor, de plasmarlo, medirlo, comprobarlo, calibrarlo, fotocopiarlo por duplicado, y demostrar a los que no aman, que el amor verdadero existe, aunque hayan olvidado que un día lo sintieron.

Flaquean las fuerzas para enarbolar la bandera de la lucha por este amor... me doblegaron; formatean las almas desinstalando el romance e implementando la última versión de oficinista megaproductivo 7.0. Me siento protagonista de 1984. Enhorabuena.

Tan difícil encontrar el amor(ientación) y tan sencillo enturbiarlo desde el rol de observador.


Y sin embargo, prometo volver a amar. Herida pero no muerta. Lejos, en el remanso de paz, sanaré y reinventaré el amor en términos infinitos que no alcanzáis a comprender, ni mucho menos a sentir. Amaré para siempre, como amé desde siempre, con mi alma enorme de Ave Fénix, renaciendo inmensa y contagiando amor torrencial.

Foto: Alex Casas

1 comentario:

  1. ... eso de que reinventarás(te o les, que más dá), y de que contagiarás, te juro que me lo creo. Claro que sí!! Muchos besotes mozuela.

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