Roberto vivía básicamente en su habitación, escuchando
jevi, jugando videojuegos y
maldiciendo cosas, porque era muy chungo, y estaba muy jodido, o eso creía él.
En realidad, era un cachondo. Disfrazaba cada
interacción social de ironía, no vaya a ser que acabara en vínculo. Acababa las
frases en voz baja, pero siempre soltando la última pullita entre el ‘no se me
oye’ y ‘a ver si se me oye’. Yo me partía de risa. Era diferente, genialmente
diferente. Y a lo que tenía pánico, era a ser igual. No lo eras, nunca lo
serás.
En realidad, en la primera entrevista que tuve con él,
me lo dijo: me defino como un cachondo,
flexible y puntual. Más adelante me confesó entre risas que todo lo que
dijo en aquella primera sesión, prácticamente lo improvisó y se lo inventó: “Dije que quería ser conductor de autobús,
ahora lo pienso y digo, ¿queééé?, inventado total para salir del paso y que dejaras
de preguntarme cosas”. Un crack.
Me miraba con cara de “qué tía más cansina”, cada vez
que aparecía y le saludaba en voz muy alta buscando su respuesta y que todos
los de alrededor me/nos oyeran: “BUENAS TARDES ROBERTO”, y ponía carita de qué si, que me dejes. Pero a la
siguiente saludaba, y más adelante, ya le daba la risa y se adelantaba él a
saludar. Habíamos ganado. Ambos.
Y así siguió creciendo, en cada taller, en cada
sesión, en cada actividad, curso, prácticas... Espectacular evolución, de la
que nos dejó ser testigos a un grupo de profesionales que guardamos en el
recuerdo y en el corazón el camino andado junto a él. Roberto se convirtió en
participante de todas las compañeras, todas sabían quién era y el giro que
estaba dando a su vida. Y se lo quería perder.
Roberto exprimió a fondo participar en un proyecto de
itinerarios, cada minuto supuso un reto y un avance. Intercaló contratos de
trabajo con más formación y acciones de orientación. Genial.
Del comienzo de todo esto hace dos años y medio. Y
ahora, transcurrido ese tiempo, DICE ROBERTO QUE SOMOS CHISPA.
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Foto: Unsplash |
Y
quiero contaros qué más dice, dejando que leáis (con su permiso, por supuesto) parte de nuestra última conversación...
Tras sus palabras, poco más me atrevo a
decir.
SHay que ser chispa. ólo quisiera añadir que hay muchos robertos (con minúscula, Roberto sólo
hay uno, claro está), que hay cientos de historias que se cuecen en nuestro
fogones, que hay decenas de vidas que tocamos cada día, que nunca sabes cuál va
a ser el momento en el que emerja por un instante el posible punto de
inflexión, por eso hay que tratar de estar.
¿Os ha entrado curiosidad? Si queréis saber más sobre la
trayectoria de -este- Roberto (a algunos/as ya os sonará), le podéis ver:
-
Aquí
participando en el curso de Auxiliar
de comercio, primera acción de capacitación profesional que realizó, tras
varios talleres y sesiones de orientación. (Octubre 2016)
- Aquí
en la clausura del curso que realizó
en el ámbito de comercio. Aun no se animaba a hablar en público... (Diciembre
2016) [me permito
un recuerdo especial a la profe, DEP Susana]
- Aquí participando en la
actividad videográfica “La Fuerza de una
imagen” (Diciembre 2016)
- Aquí
participando en una sesión de Mentoring
entre iguales durante la presentación del vídeo “La Fuerza de una Imagen”,
compartiendo su experiencia con nuevos/as participantes. (Abril 2017)
- Aquí
formando parte del reportaje central de la revista nacional de Cruz Roja. (Mayo 2017)
- Aquí
realizando prácticas de Actividades
Auxiliares de Almacén (Junio 2017)
- Aquí
interviniendo en la clausura
semestral de acciones formativas de la que formó parte como alumno de
logística, contando su trayectoria en el proyecto. (Julio 2017)
- Y Aquí,
a día de hoy, viviendo intensamente, como él mismo cuenta. (2018)
Aquí
participando en el curso de Auxiliar
de comercio, primera acción de capacitación profesional que realizó, tras
varios talleres y sesiones de orientación. (Octubre 2016)
Qué bello conocer estas historias. Estas lecciones en las que tú dejas tu huella tan innegable y personal. Enhorabuena. A los dos. Y a ti gracias por aportar y dar tanto. Como profesional y como persona. Sois un verdadero ejemplo en el que a muchos como yo nos gusta mirarnos y de los que aprendemos. A seguir viviendo y creciendo. ¡Grande!
ResponderEliminarMuchísimas gracias Chema! Qué palabras tan bonitas. Sigue siendo apasionante poder caminar ciertos trayectos... mira qué alegrías aun pasado el tiempo. Siempre he dicho que soy una privilegiada profesional, y por si se me olvida de vez en cuando, tengo estos regalitos. Un abrazo!!
EliminarQué bonito que la gente pueda conocer cómo de gratificante es ayudar a personas a descubrirse a sí mismas y evolucionar juntos. Muchas gracias por compartirlo Lara :)
ResponderEliminarEs muy enriquecedor que te permitan acompañarles; y contar lo que sentimos y lo que se va generando creo que hace justicia a la profesión. Un beso compañero.
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