martes, 14 de agosto de 2018

DICE ROBERTO QUE SOMOS CHISPA

Roberto vivía básicamente en su habitación, escuchando jevi, jugando videojuegos y maldiciendo cosas, porque era muy chungo, y estaba muy jodido, o eso creía él.

En realidad, era un cachondo. Disfrazaba cada interacción social de ironía, no vaya a ser que acabara en vínculo. Acababa las frases en voz baja, pero siempre soltando la última pullita entre el ‘no se me oye’ y ‘a ver si se me oye’. Yo me partía de risa. Era diferente, genialmente diferente. Y a lo que tenía pánico, era a ser igual. No lo eras, nunca lo serás.

En realidad, en la primera entrevista que tuve con él, me lo dijo: me defino como un cachondo, flexible y puntual. Más adelante me confesó entre risas que todo lo que dijo en aquella primera sesión, prácticamente lo improvisó y se lo inventó: “Dije que quería ser conductor de autobús, ahora lo pienso y digo, ¿queééé?, inventado total para salir del paso y que dejaras de preguntarme cosas”. Un crack.

Me miraba con cara de “qué tía más cansina”, cada vez que aparecía y le saludaba en voz muy alta buscando su respuesta y que todos los de alrededor me/nos oyeran: “BUENAS TARDES ROBERTO”, y ponía carita de qué si, que me dejes. Pero a la siguiente saludaba, y más adelante, ya le daba la risa y se adelantaba él a saludar. Habíamos ganado. Ambos.

Y así siguió creciendo, en cada taller, en cada sesión, en cada actividad, curso, prácticas... Espectacular evolución, de la que nos dejó ser testigos a un grupo de profesionales que guardamos en el recuerdo y en el corazón el camino andado junto a él. Roberto se convirtió en participante de todas las compañeras, todas sabían quién era y el giro que estaba dando a su vida. Y se lo quería perder.

Roberto exprimió a fondo participar en un proyecto de itinerarios, cada minuto supuso un reto y un avance. Intercaló contratos de trabajo con más formación y acciones de orientación. Genial.

Del comienzo de todo esto hace dos años y medio. Y ahora, transcurrido ese tiempo, DICE ROBERTO QUE SOMOS CHISPA.

Foto: Unsplash


Y quiero contaros qué más dice, dejando que leáis (con su permiso, por supuesto) parte de nuestra última conversación...






Tras sus palabras, poco más me atrevo a decir.

Semerja por un instante el posibler. Hay que ser chispa.el punto de inflexiorm y un avance. Intercalólo quisiera añadir que hay muchos robertos (con minúscula, Roberto sólo hay uno, claro está), que hay cientos de historias que se cuecen en nuestro fogones, que hay decenas de vidas que tocamos cada día, que nunca sabes cuál va a ser el momento en el que emerja por un instante el posible punto de inflexión, por eso hay que tratar de estar. Hay que ser chispa.


💥💥💥


¿Os ha entrado curiosidad? Si queréis saber más sobre la trayectoria de -este- Roberto (a algunos/as ya os sonará), le podéis ver:

  • Aquí participando en el curso de Auxiliar de comercio, primera acción de capacitación profesional que realizó, tras varios talleres y sesiones de orientación. (Octubre 2016) 

  • Aquí en la clausura del curso que realizó en el ámbito de comercio. Aun no se animaba a hablar en público... (Diciembre 2016) [me permito un recuerdo especial a la profe, DEP Susana
  • Aquí participando en la actividad videográfica “La Fuerza de una imagen” (Diciembre 2016)
  • Aquí participando en una sesión de Mentoring entre iguales durante la presentación del vídeo “La Fuerza de una Imagen”, compartiendo su experiencia con nuevos/as participantes. (Abril 2017)
  • Aquí formando parte del reportaje central de la revista nacional de Cruz Roja. (Mayo 2017)
  • Aquí realizando prácticas de Actividades Auxiliares de Almacén (Junio 2017)
  • Aquí interviniendo en la clausura semestral de acciones formativas de la que formó parte como alumno de logística, contando su trayectoria en el proyecto. (Julio 2017)
  • Y Aquí, a día de hoy, viviendo intensamente, como él mismo cuenta. (2018)