sábado, 1 de agosto de 2020

Porqué necesitas un proceso de orientación si quieres encontrar trabajo


De los siguientes párrafos, se permite su reproducción, impresión, fotocopiado y libre distribución si eres profesional de empleo y alguien te dice “no tengo tiempo para citas y cursitos, lo que necesito es trabajar”.

 

En varias ocasiones durante la atención a personas desempleadas me he encontrado con frases como la anterior, en la que una persona manifiesta que no tiene tiempo para venir a entrevistas contigo, para realizar talleres, para cursar acciones formativas, que es lo que necesita es trabajar.


Me acuerdo muy especialmente de una chica joven que había realizado un ciclo formativo, y ese fue su argumento para no formar parte de un itinerario individualizado de inserción. Llegó al mismo tiempo que otra chica de perfil muy parecido, y fue muy curioso ir observando los caminos paralelos de ambas personas, a las que llamaremos chica A y chica B.  


La chica A me cuenta que ella ya sabe manejar el procesador de textos y con eso puede hacer un curriculum así que no necesita aprender a buscar trabajo, que lo que necesita es que la llame para ofertas de empleo. Durante las dos primeras ocasiones -y únicas- en las que nos encontramos en el servicio de orientación (luego coincidiríamos en diferentes espacios de la ciudad), le intente transmitir que eso no funcionaba así, que un itinerario es mucho más que una mera bolsa de trabajo o una empresa de trabajo temporal, donde se gestionan ofertas de empleo. Así que, lo que yo le ofrecía, parecía no interesarle en absoluto y le producía además cierto rechazo dando a entender que no lo necesitaba. 


Mientras tanto, la chica B, aún con ciertas reticencias como muchas de las personas que llegan por primera vez a un servicio de acompañamiento al empleo, accedió a participar en las diferentes actividades que entre las dos consideramos que eran óptimas para su desarrollo profesional y la mejora de su empleabilidad. Un par de meses después me encontré a la chica A, que me dijo que seguía buscando trabajo porque es lo que ella necesitaba, mientras la chica B había realizado dos talleres sobre búsqueda de empleo, otro sobre competencias para la mejora del perfil profesional y un taller sobre gestión emocional en la búsqueda de trabajo. Otros dos meses después me volví a encontrar a la chica A qué seguía buscando trabajo (el famoso “echando currículums”) porque seguía sin tener tiempo para mejorar su perfil y su empleabilidad, mientras la chica B estaba finalizando las prácticas de una acción formativa en una empresa en la que estaban muy contentos con ella y con su perfil, y donde ella realmente estaba encontrando un posible hueco laboral si las circunstancias finales vinieran favorables. 

Y como bien imagináis, el desenlace fue el siguiente: un mes después, con eso de vivir en una ciudad medianeja, me encontré a la chica A, que seguía por supuesto buscando trabajo porque no tenía tiempo para talleres y cursitos, mientras la chica B había firmado su primer contrato de trabajo en la empresa donde había realizado prácticas del curso que le habíamos facilitado en su itinerario de inserción, y que había realizado de manera óptima con mucho esfuerzo. Este es un ejemplo real. Ni es el único ni va a ser el último, pero siempre hay quien encuentra su propia excusa para procrastinar, para no enfrentarse a sus propias indecisiones, sus debilidades, sus miedos, sus desconocimientos, para demostrar que no necesita ayuda de nadie, o vete tú a saber cuántas cosas más pasan por esa cabecita que decide que invertir tiempo en una misma es perder dicho tiempo.


También me he encontrado en este curioso camino del acompañamiento al empleo súper gurús a los que también quiero mencionar en estas líneas, que, aunque principalmente van dirigidas a personas que buscan trabajo, con el fin de conseguir que piensen dos veces antes de rechazar el formar parte de un proceso de acompañamiento al empleo, también han de conocer esto y que sepan que se van a encontrar a este tipo de “profesionales”, que les van a decir cosas, o cuyo mensaje van a poder leer si les siguen, como:  Que tu presente y tu futuro solo dependen de tu esfuerzo, que ya tienes todo lo que hay que tener para triunfar, que si quieres puedes, y otra serie de barbaridades que lo único que hacen, en una sociedad como la nuestra es culpar a la víctima, olvidando que no todas las personas venimos de las mismas circunstancias, que hay diferencias absolutamente abismales en el punto de partida de unas personas y otras por el simple hecho de nacer en una familia u otra, en una ciudad u otra, en un barrio u otro, en un periodo histórico u otro (que nos lo digan en este momento), con unas características de personalidad, cognitivas, de actitud y aptitud absolutamente diferentes, complejas, diversas, más o menos valoradas en según que campo, instante o lugar, características que a cada uno nos hace maravilloso a nuestra manera,  pero que en ningún caso nos equiparan. 


Para computar el alcance de objetivos no puedes medir con la misma unidad de medida a todas las personas, ni decirle que si no triunfa es porque no se ha esforzado suficiente o que no lo desea de verdad, o que todo lo que necesita está ya en su interior, o que no es capaz de asumir la responsabilidad de cambiar su propia vida… eso es no tener ni idea, y hablar desde un privilegio del que no eres ni consciente, lo que, por definición, te convierte en un inconsciente, transmitiendo mensajes peligrosos que solo generan frustración, dolor y culpabilidad a personas que, probablemente, lo último que necesitan son esas tres piedras de más en su mochila vital. No entendéis que uno no se puede creer un ser de luz cuando lleva tres meses sin poder pagarla. Porque esas frases que repetís funcionan en vuestro micromundo, pero hay que asomarse al mundo real y conocer que muchas personan necesitan un acompañamiento mucho más profundo que una manita de pintura a la fachada.


Y ahora sigo contigo, qué estás buscando trabajo, o que dices buscarlo, y te voy a contar por qué necesitas un proceso de orientación si quieres encontrar un empleo:


➖Lo primero, porque es muy probable que no sepas buscar trabajo. Y es normal. No tienes porqué saber buscar trabajo, nadie nace sabiendo y son poco los espacios dedicados a esta materia. Pues lo que no se sabe, se aprende, hay muchas personas deseando apoyarte.


Lo segundo, porque para cada proceso vital debemos normalizar ponernos en manos de los profesionales adecuados. Ante una dolencia, profesionales de la medicina. Se te rompe el coche, profesionales de la mecánica. Pues para buscar trabajo, igual, si nunca lo has hecho o hace mucho tiempo que no lo hacías, es el momento de apoyarse en profesionales de la orientación (socio)laboral. Que, además, estarán especializados en diferentes ámbitos: orientación en perfiles de alta cualificación, orientación a mujeres con perspectiva de género, orientación a jóvenes sin experiencia, orientación a mayores de 45, a personas con procesos migratorios, y un largo etcétera, porque hay características que requieren diferencia y especialización en la atención.


En un proceso de orientación lo primero que vas a encontrar es una persona en la que confiar, un profesional (probablemente mujer, por estadística) que lo primero que va a hacer, si realmente siente su profesión, es escucharte; escucharte mucho, escucharte bien, escucharte sin juzgar, sin acabarte las frases, sin entrar a valorar, solo escucharte, para conocer tu situación y ajustar sus propuestas posteriores lo mejor posible para que, entre los dos, generéis soluciones a tu situación. Durante esa escucha, tú simplemente irás poniendo en palabras tu situación y solo por eso, es posible que empieces a establecer un orden en tus ideas.


Después de indagar sobre quién eres, de dónde vienes -material y psicológicamente-, el profesional de la orientación intentará dibujar junto a ti, partiendo del momento actual, el lugar hacia el que quieres dirigirte, profesional, pero también personalmente, ya que son dos ámbitos que, nos guste o no, van absolutamente unidos, y cualquier profesional del acompañamiento al empleo sabe que sin un crecimiento personal no habrá crecimiento profesional. Este es el momento en el que vais a establecer objetivos, que sean tangibles, que sean medibles, que sean realistas y sobre todo que te lleven a una situación mejor respecto a la actual.


A partir de ese momento, se establecerán una serie de actividades a realizar en las que principalmente vas a trabajar sobre ti, que en muchas ocasiones encontramos que es algo que muy pocas personas han hecho, no ya a la hora de buscar trabajo, sino en su vida en general: investigar sobre uno mismo.  Asistirás probablemente a entrevistas individuales y a sesiones grupales en las que mirarás hacia adentro, sobre todo para ver cuántas cosas maravillosas ya tienes de las que, a lo mejor, no eres consciente, y ponerlas a funcionar laboralmente y extrapolarlas a tu perfil profesional: competencias adquiridas en empleos anteriores, habilidades qué has ido incorporando mediante aficiones o vida personal, capacidades que están un poco aletargadas (pero están) y que aprenderemos a sacar, poner en palabras quién eres y qué ofreces profesionalmente, etc. Igualmente, servirá para detectar las necesidades de mejora y las áreas a trabajar de cara optimizar tu perfil. Sólo un gran autoconocimiento bien trabajado en los procesos de orientación puede dar lugar a que una persona ponga en palabras su propuesta de valor, su discurso profesional que ha de interiorizar para poder ponerlo de manifiesto y ser con ello, no sólo un gran profesional, sino un gran buscador de empleo.


Sólo después de ese momento se puede empezar a diseñar otras cosas como son las herramientas que te ayudarán a transmitir tu propuesta de valor, esa materialización de cómo contar todo eso que has aprendido, eso que tienes para ofrecer profesionalmente. Siendo claros, no puedes diseñar un currículum como primera actividad en la búsqueda de empleo, porque no vas a saber reflejar todo lo que en él debe aparecer (sea el formato que sea: CV clásico, CV online, CV social, whatever), ya que aun no has captado lo que realmente merece la pena que transmitas, porque eso de poner simplemente tus estudios y tu experiencia anterior, junto a tu nombre y tu teléfono es algo que, además de obsoleto, ya queda bastante horterilla.

 

Y a partir de ese instante, se pueden abrir varios caminos en un itinerario de inserción laboral; Algunas personas estarán en el momento de realizar la búsqueda de empleo pura y dura, es decir tanto la búsqueda proactiva en la que te lanzas a ofrecer tus servicios profesionales, como a el conocido rastreo de ofertas, o los procesos de selección intermediados incluso por la misma entidad en la que realizas el itinerario. Y otras personas iniciarán procesos formativos para complementar su perfil porque durante el proceso de autoconocimiento habrán detectado las carencias que necesitan compensar y será el momento de invertir un poco más de tiempo en esa mejora profesional que puede ampliar sus opciones posteriores.


Con todo lo anterior estamos hablando de un proceso medio de entre tres y seis meses, dependiendo de varios factores como la duración de acciones formativas, las convocatorias de los diferentes talleres grupales y las fechas que se asignen, o el mayor o en menor volumen de actividades que realice la entidad en la que has decidido realizar tu itinerario.


Y ahora, ¿de verdad no tienes entre tres y seis meses para hacer algo que te servirá para siempre?, ¿de verdad quieres ser la chica A, que pasa 5 meses diciendo que no tiene tiempo para mejorar su empleabilidad mientras evidentemente su situación no mejora?  ¿O prefieres ser la chica B, que de manera paralela (que no es excluyente), sigue buscando empleo, pero opta por invertir tiempo en sí misma con la recompensa que eso puede suponer al final?


Yo creo que, como poco, hay que valorarlo, como mínimo, comprométete contigo un ratito, con tu presente y con tu futuro. Nadie te va a pedir que, si por el camino encuentras un empleo, lo rechaces, así que ¿qué tienes que perder? No te quepa la menor duda de que, en el momento que empiezas a trabajarte y a meterte en el papel de buscador de empleo deluxe, en tu camino solo va a haber ganancias, así que, por favor, como escuché hace poco, date la oportunidad de darte una oportunidad.