domingo, 18 de mayo de 2025

La IA eres tú

Muchos me habéis preguntado (absolutamente nadie) cómo siendo yo una cansina histórica del digitaleo, no he hecho referencia aún a la IA de manera directa en mis contenidos. Pues mira, porque ya hay más expert@s que personas, y ¿qué te voy a decir yo que no sepas ya, si vivimos en scroll continuo entre prompts, algoritmos y debates eternos entre apocalipsis y oportunidad?

Bueno sí, una cosita.
Que nunca lo olvides.
𝗟𝗮 𝗜𝗔 𝗲𝗿𝗲𝘀 𝘁𝘂́.

Sí, tú, con tu intuición afilada, con tus contradicciones, tus preguntas buenas, tu mirada humana, esa que sabe leer entre líneas, imaginar futuros y crear vínculos.
Tú, que sabes cuándo un silencio vale más que mil datos.

La inteligencia artificial sin inteligencia 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒂 se queda coja. Se convierte en herramienta sin propósito, en ruido sin relato, en eficiencia vacía.

Y hay algo más: cada vez que la usas, la estás entrenando.
Tus palabras, tus elecciones, tus preguntas... enseñan. Alimentan. Configuran.
Así que usa tu voz con conciencia. Porque también en eso, la IA eres tú.

La clave no está (sólo) en aprender a usarla.
Está en no olvidarnos de quiénes somos al hacerlo.
En traer ética, empatía y sentido crítico a cada conversación, a cada decisión automatizada, a cada innovación que promete salvarnos sin preguntarnos si queremos ser salvadas.

La IA más poderosa está en la conexión. En el criterio. En la conciencia.
En nuestra capacidad de usar lo digital para amplificar lo humano, no para sustituirlo.

Así que sí, ahora sí lo digo: hablemos de IA. Pero hagámoslo desde dentro, no desde fuera. Desde el ser, no solo desde el hacer.

Porque la verdadera transformación tecnológica empieza cuando dejamos de mirar a la máquina… y empezamos a mirarnos.