Competencias Digitales: la fuerza invisible que transforma el acompañamiento al empleo
Hablar de competencias digitales es, en esencia, hablar de los pilares que sostienen la conexión entre las personas y el mundo que habitamos. Hoy, más que nunca, el acompañamiento al empleo no sólo se basa en el conocimiento de los procesos laborales, sino en la capacidad de adaptarse, de evolucionar, de incorporar las herramientas tecnológicas y de comunicación que permiten a las personas navegar el mar del mercado laboral con seguridad y confianza. Pero ¿realmente sabemos qué significan las competencias digitales? ¿Y las digitalizadas? ¿Sabemos por qué es imprescindible conocer sus dimensiones y cómo se interrelacionan cuando hablamos de acompañamiento al empleo? Vamos a profundizar en ello.
1. Competencias Digitales: el corazón de la era tecnológica
Las competencias digitales son las habilidades que nos permiten utilizar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de manera efectiva y segura. Van más allá de saber navegar por Internet o usar una aplicación de mensajería. Son la base sobre la que construimos nuestra relación con la tecnología. Desde la búsqueda de información hasta la creación de contenidos, pasando por la comunicación en entornos digitales y la protección de nuestra seguridad en la red. Estas competencias nos habilitan para ser una ciudadanía activa y profesional preparada para afrontar los retos de la sociedad digital.
Para conocer cuáles son dichas habilidades, tenemos a disposición una clasificación que proporciona una visión estructurada y detallada de las competencias digitales necesarias para desenvolverse con éxito en la sociedad actual: el Marco Europeo de Competencias Digitales para la Ciudadanía.
Este marco, conocido como DigComp, es una guía común que nos ayuda a entender y describir las áreas clave de las competencias digitales. Como herramienta, impulsada a nivel europeo, busca fortalecer las habilidades digitales de la ciudadanía, apoyar a quienes diseñan políticas en la creación de estrategias que fomenten su desarrollo y orientar iniciativas educativas y formativas dirigidas a mejorar las competencias digitales de diferentes colectivos. En 2022, se actualizó el marco DigComp 2.2 para introducir más de 250 ejemplos de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para interactuar con los desarrollos recientes como las noticias falsas y campañas de desinformación, el trabajo a distancia o teletrabajo, los sistemas de inteligencia artificial, la búsqueda y gestión de datos, el bienestar y la seguridad, la accesibilidad digital y, por último, tratar los aspectos ecológicos y de sostenibilidad en la interacción con las tecnologías digitales.
Podéis consultarlo aquí: DigComp 2.2
El Marco DigComp ha sido adaptado para diversas ocupaciones y contextos laborales con el objetivo de fortalecer las competencias digitales específicas requeridas en distintos sectores. Estas adaptaciones permiten personalizar el marco general a las necesidades concretas de profesiones o ámbitos laborales. Algunas de las principales adaptaciones son:
DigCompEdu (Educadores)
DigCompOrg (Organizaciones)
DigCompNurses (Enfermería)
DigCompConsumers (Consumidores)
En el ámbito del acompañamiento al empleo, tenemos DigCompLabor, una adaptación del DigComp desarrollada en España por Cruz Roja y la Fundación Secretariado Gitano, y de la que soy orgullosa coautora. Este perfil digital está diseñado específicamente para los y las profesionales que brindan servicios de orientación laboral e inclusión en el mercado de trabajo. Su objetivo es identificar y describir las competencias digitales necesarias para que estas figuras profesionales puedan desempeñar eficazmente su labor en un entorno cada vez más digitalizado.
Puedes consultarlo aquí: DigCompLabor
2. Competencias Digitalizadas: el arte de integrar lo digital en lo cotidiano
Las competencias digitalizadas son una extensión de las competencias digitales, pero con un enfoque más específico. Se refieren a las habilidades que permiten integrar las herramientas digitales en los procesos tradicionales de trabajo, optimizando la eficiencia y la calidad de estos. En el ámbito del empleo, esto significa ser capaz de utilizar plataformas de gestión de candidaturas, realizar entrevistas virtuales, manejar bases de datos online, o incluso coordinar equipos de trabajo a través de herramientas colaborativas.
La digitalización del acompañamiento al empleo implica ser competente para gestionar procesos, no solo de manera presencial, sino también en el entorno digital, que ya forma parte de nuestro día a día.
Podemos encontrar referencias a estas competencias digitalizadas, aunque sin esa nomenclatura, en el informe “El impacto digital en los colectivos vulnerables: una nueva forma de trabajar” de Accenture (2018). Este informe aborda cómo la revolución digital está cambiando la naturaleza de los puestos de trabajo y qué medidas son necesarias para garantizar que los colectivos más vulnerables no queden excluidos de las oportunidades laborales emergentes. El estudio analiza 26 ocupaciones con el objetivo principal de comprender cómo la digitalización está transformando estos puestos de trabajo y una de las cosas que señala es cómo cambian las competencias asociadas a cada puesto, y en concreto, el grado de digitalización de las competencias tradicionales requeridas, lo que podríamos identificar como “competencias digitalizadas”. Veamos un ejemplo:
Ese informe al que hago referencia [“Las competencias digitales y digitalizadas: Sus implicaciones en el ámbito laboral y de los recursos humanos” de Fundación BBVA y el Ivie (2024)], por otro lado, incide de manera especial en las “competencias digitalizadas” de una forma interesante, definiéndolas como aquellas competencias no digitales que, al aplicarse en contextos digitales (como teletrabajo, trabajo en equipo virtual, o en interacción con agentes digitales como cobots o algoritmos de inteligencia artificial), se transforman significativamente para seguir siendo efectivas. Estas transformaciones afectan a los diferentes componentes de una competencia: conocimientos, habilidades, actitudes y conductas requeridas para desempeñarse en el nuevo contexto.
Sin duda es un concepto interesante y por eso consideré relevante tenerlas en cuenta.
3. Competencias Tecnológicas: El dominio de las herramientas y el pensamiento técnico
Las competencias tecnológicas van un paso más allá. Son aquellas habilidades que nos permiten, además de usar la tecnología, comprender cómo funciona. Se trata de conocimientos más profundos sobre la infraestructura tecnológica, la programación, el análisis de datos, la inteligencia artificial, la ciberseguridad… Son, en definitiva, las competencias que nos permiten desarrollar, adaptar y mantener las herramientas tecnológicas que usamos a diario.
Para quienes se dedican a la orientación laboral, tener competencias tecnológicas no sólo es saber utilizar una plataforma de búsqueda de empleo, sino comprender cómo funciona, qué algoritmos la impulsan y cómo optimizar su uso para las personas beneficiarias del servicio.
Como mencionaba en el punto anterior, en reiteradas ocasiones he observado como en se confunden los términos "competencias digitales avanzadas" y "competencias tecnológicas", ya que ambos están relacionados con el uso de la tecnología, pero es importante recordar, principalmente en el ámbito del empleo, que tienen diferencias importantes en su alcance y enfoque: las competencias digitales avanzadas tienen un enfoque más amplio y estratégico, mientras que las competencias tecnológicas se centran en el dominio técnico de herramientas específicas. Es importante contextualizar los términos para evitar confusiones y asegurar una comprensión adecuada de sus implicaciones.
Diferencias principales entre Competencias Digitales Avanzadas y Competencias Tecnológicas, según Chat GPT tras varias semanas de entrenamiento con diferentes conceptos. |
4. Digital Soft Skills: La Humanidad en la Era Digital
Las digital soft skills (cuya traducción, más allá de la literalidad, podría ser “habilidades interpersonales en espacios digitales”… me quedo la inglesada esta vez…), son las competencias interpersonales que, aunque no dependen directamente de la tecnología, se potencian en entornos digitales. Son las habilidades que nos permiten comunicarnos de manera efectiva, gestionar el trabajo en equipo, negociar, liderar, resolver conflictos, y ser empáticos, pero con un enfoque digital.
En el contexto del apoyo a la inserción laboral, estas competencias juegan un papel fundamental. Si bien es cierto que la tecnología ha revolucionado el acceso a la información y ha transformado los canales de comunicaciónn, es la capacidad humana de conectar, motivar y guiar lo que realmente marca la diferencia, es decir, el factor humano sigue siendo insustituible.
Algunas "Digital Soft Skills" |
Preparando este artículo, en este punto, me vino a la cabeza la publicación de RocaSalvatella de hace más de diez años (“Cultura digital y transformación de las organizaciones”, 2014), y que exponía lo que en ese momento denominaron “8 competencias digitales para el éxito profesional”. Sin coincidir exactamente con la definición de Digital Soft Skills que propongo, es el precedente que más se acerca.
Trabajando la búsqueda de información para este tema, encontré que más tarde, en 2020, en el artículo "Competencias digitales que ya NO son digitales", desde la misma consultora “reformulaban” su propuesta añadiendo: “Quiero acabar haciendo una enmienda a la totalidad de mi propio artículo (no, no me he vuelto loco), quiero eliminar la palabra “digital” y dejarlo sólo en Competencias Profesionales. Porque lo que nos demuestra el momento actual es que las competencias a desarrollar para la transformación de los negocios no podemos diferenciarlas entre las digitales o las no digitales, sino que simplemente son las habilidades y aptitudes que necesitamos para adaptarnos y crecer.”
Curioso cuanto menos... y daría para otro artículo entero.
DIFERENCIAS CLAVE ENTRE LOS CUATRO CONCEPTOS:
Competencias Digitales: Se centran en el uso práctico de herramientas digitales ya desarrolladas.
Competencias Digitalizadas: Transforman habilidades y competencias tradicionales para que sean efectivas en un entorno digital.
Competencias Tecnológicas: Implican la capacidad de crear y desarrollar tecnología.
Digital Soft Skills: Hacen énfasis en la interacción humana y la adaptabilidad en entornos digitales.
Este cuadro muestra cómo cada categoría tiene un enfoque y propósito distinto, pero todas son esenciales en un mundo digitalizado.
En el contexto del acompañamiento al empleo, conocer y dominar estas competencias no es sólo un plus, es una necesidad. Es claro que, aunque puedas ser un experto en procesos de selección o en motivación de las personas participantes, si no tienes la capacidad de utilizar las herramientas digitales que forman parte de ese proceso, te quedarás atrás. Y no sólo eso, si no eres capaz de integrar la tecnología en tu metodología, si no sabes cómo adaptar la comunicación a los entornos digitales o si no tienes las habilidades para gestionar equipos y relaciones en un contexto virtual, estarás limitando el impacto de tu acompañamiento.
El Enfoque Competencial en la Orientación Laboral: la base para un acompañamiento integral
El proceso de acompañamiento al empleo va más allá de la simple búsqueda de trabajo; es una travesía transformadora que abarca múltiples dimensiones de la vida de una persona. Este viaje, complejo y multifacético, se centra en el crecimiento personal y profesional de la persona , fomentando su autoconocimiento y fortaleciendo su identidad laboral.
Este viaje no es lineal ni sencillo, pero el enfoque competencial ofrece una estructura sólida que permite, a quienes son profesionales del empleo, guiar a las personas participantes de manera más efectiva y significativa. Este enfoque se basa en la identificación, desarrollo y aplicación de competencias clave que abarcan tanto el ámbito técnico o profesional, como también el personal, social y digital.
El modelo de orientación laboral basado en competencias prioriza éstas como el elemento clave para potenciar la empleabilidad. Este enfoque trasciende la mera consideración de conocimientos teóricos o credenciales académicas, abarcando un espectro más amplio de habilidades. Incluye competencias técnicas, interpersonales, digitales, sociales y emocionales. La meta de este paradigma va más allá de la simple obtención de un empleo para las personas participantes. Busca equiparlas con las herramientas necesarias para destacar en sus roles y adaptarse eficazmente a un mercado laboral dinámico. En esencia, este enfoque prepara a las personas, además de para conseguir trabajo, para prosperar en un entorno profesional en constante evolución.
Las competencias digitales, digitalizadas, tecnológicas y las digital soft skills no son elementos aislados dentro de este enfoque: se integran de manera fluida, creando un ecosistema donde cada competencia se complementa y potencia a las demás.
- Competencias Digitales: Son la base del enfoque competencial. Un/a profesional de la orientación laboral debe asegurarse de que las personas participantes no sólo sepan usar las herramientas digitales básicas, sino que también sean capaces de gestionar su identidad digital, comunicarse eficazmente en plataformas online y proteger su seguridad en la red. Estas competencias permiten a las personas participantes acceder a oportunidades laborales, crear redes profesionales y adaptarse a la digitalización del mercado laboral.
- Competencias Digitalizadas: En un entorno cada vez más automatizado, las competencias digitalizadas se convierten en una extensión necesaria de las competencias digitales. Profesionales de la orientación laboral que integran este enfoque deben ayudar a las personas orientadas a dominar las herramientas específicas de su sector o de la búsqueda de empleo, como plataformas de empleo, sistemas de gestión de candidaturas, aplicaciones de creación de currículums o herramientas de entrevistas virtuales. Este conocimiento les permite optimizar su tiempo y recursos, y competir eficazmente en un mercado laboral donde la digitalización es un factor decisivo.
- Competencias Tecnológicas: La integración de competencias tecnológicas en la orientación laboral es un paso hacia el futuro. Aunque no todas las personas participantes necesitarán habilidades avanzadas en programación o análisis de datos, comprender cómo funcionan las tecnologías que impulsan el mercado laboral (como los algoritmos de selección de personal o las plataformas de trabajo colaborativo) es crucial. Un enfoque competencial que incluya competencias tecnológicas prepara a las personas participantes para un entorno laboral que cada vez depende más de la innovación y la tecnología.
- Digital Soft Skills: En el mundo digital, las habilidades interpersonales adquieren una nueva dimensión. La capacidad de gestionar el trabajo en equipo de forma virtual, de comunicarse eficazmente en entornos digitales, de liderar de manera remota y de resolver conflictos a través de plataformas tecnológicas son competencias esenciales. Quien se dedique a la orientación laboral debe ayudar a las personas beneficiarias a fortalecer estas habilidades para que puedan desenvolverse en un mundo laboral que, aunque digital, sigue siendo profundamente humano.
La importancia de conocer las dimensiones de las competencias
El enfoque competencial no se limita a conocer estas competencias en abstracto, sino a entender sus dimensiones y cómo se aplican en el contexto laboral. Cada competencia tiene varias dimensiones que deben ser trabajadas y evaluadas. Por ejemplo, dentro de las competencias digitales, no basta con saber utilizar una herramienta; es necesario comprender cómo utilizarla de manera ética, cómo optimizarla para el trabajo en equipo, cómo adaptarla a las necesidades del puesto y cómo seguir aprendiendo a medida que la tecnología evoluciona.
El personal de orientación laboral, al trabajar con un enfoque competencial, debe ser capaz de identificar las competencias que necesita desarrollar cada participante según sus necesidades y objetivos. Esto implica tanto evaluar el nivel de competencia actual, como identificar las áreas de mejora y diseñar planes de acción personalizados que integren el aprendizaje de nuevas competencias.
Un enfoque competencial no sólo prepara a las personas participantes para un empleo, sino para una carrera profesional exitosa y sostenible. Les proporciona las herramientas necesarias para enfrentarse a los desafíos del mercado laboral, desarrollarse a nivel personal y profesional, y adaptarse a los cambios que la tecnología y la globalización están trayendo consigo.
Además, este enfoque permite a las/os técnicas/os de empleo tener una visión más holística y personalizada de las necesidades de cada participante. Al identificar las competencias clave, orientadores y orientadoras pueden ofrecer un acompañamiento más efectivo, proporcionando recursos, formación y estrategias que respondan a las necesidades reales de cada persona. No se trata simplemente de encontrar un empleo, se trata de crear un camino de crecimiento y transformación, donde las competencias adquiridas no sólo sirven para un trabajo específico, sino para una carrera profesional plena y satisfactoria.
El verdadero reto, entonces, no sólo es enseñar competencias, es enseñar a aprender, a adaptarse y a transformarse en el camino. Porque, al final, el acompañamiento al empleo no es sólo un proceso de inserción, es un viaje de evolución personal y profesional. Y para ello, las competencias son la brújula que nos guía hacia el futuro.
La relevancia de las competencias para profesionales de la empleabilidad
Es fundamental que las y los propios profesionales de la empleabilidad desarrollen y actualicen constantemente su ecosistema competencial digital, sólo así podrán ofrecer un acompañamiento efectivo y adaptado a las necesidades de las personas participantes. En un entorno laboral en constante transformación, las personas dedicadas a la orientación sociolaboral, deben ser modelos de aprendizaje continuo, capaces de integrar las nuevas tecnologías y metodologías en su trabajo diario.
Además, contar con un dominio sólido de estas competencias les permite no sólo mejorar la calidad de su intervención, también les facilita adaptarse a las demandas del mercado, comprender mejor los desafíos que enfrentan sus participantes y ofrecerles soluciones más innovadoras y personalizadas.
La actualización constante de estas competencias no es simplemente una necesidad, es una responsabilidad ética y profesional para poder guiar a otras personas en un mundo cada vez más digitalizado y cambiante.
Un camino de transformación
Si te dedicas al acompañamiento al empleo, entender y dominar estas competencias es una oportunidad para transformar tu práctica profesional. Porque no se trata sólo de ser competente en tecnología: se trata, también, de ser competente en humanidad, de ser capaz de acompañar a personas en su propio camino hacia el empleo, utilizando todas las herramientas disponibles para hacer de ese proceso una experiencia enriquecedora, transformadora y, sobre todo, humana.
Y es que, al final, el acompañamiento al empleo no es sólo un proceso técnico, es un proceso de conexión. Y, para conectar, necesitamos las herramientas adecuadas, pero también la sensibilidad para utilizarlas con amor, con pasión y con un compromiso profundo hacia las personas que acompañamos.
Así que, sí: las competencias digitales, las digitalizadas, las tecnológicas y las digital soft skills son fundamentales. Pero lo más importante es saber cómo utilizarlas para empoderar a ls personas que buscan un nuevo rumbo profesional, para hacer brillar su camino en un mundo digitalizado, y para contribuir al cambio social, porque, al final, todo lo que pasa a través de ti, se transforma.
Lara Vidal González
Notas:
1. Para la redacción de este artículo, he contado con el uso de IA generativa (Chat GPT y Perplexity) para la ordenación de ideas y apoyo en la formulación precisa de definiciones. Os dejo en análisis de identificación de texto:
2. Igualmente, y esto es una recomendación, se ha utilizado la IA para el diseño de gráficos y diagramas, gracias a la App Napkin AI, a la que os animo que echéis un vistazo, porque flipas.
3. Gracias por el contraste y las revisones a RUTH PÉREZ SEGOVIA, una pedazo de crack del acompañamiento al empleo que me da mucha luz.